Desde entonces, junto a distintas parroquias de la Diócesis de San Isidro creamos servicios concretos con el fin de asistir, acompañar y promover en las personas adultas, varones y mujeres, que se encuentran en situación de calle, la recuperación y el fortalecimiento de su protagonismo vital para que les permita una vida digna.
En el 2007 se consolidó esta iniciativa y se creó apoyado por Monseñor Casaretto como fundador y presidida por el Padre Juan Pablo Contepomi, lo que hoy es la Fundación Camino a Jericó.
Objetivos del Camino
· Crear y gestionar nuevos hogares de tránsito, hospedajes y casas de paso intermedio donde facilitamos alimentación adecuada, vestimenta, acompañamiento personal, terapéutico y de salud y todo aquello que tienda a su recuperación, promoción y reinserción familiar y social.
· Facilitar la capacitación laboral y de oficios para que los adultos que asistimos desarrollen actividades productivas.
· Alentar la participación de voluntarios en todos los ámbitos, procesos y acompañamientos que realizamos, capacitándolos en la filosofía del trabajo y el espíritu que nos anima.
· Crear redes, convocar a otras instituciones, públicas o privadas, e implementar sistemas que permitan conjuntamente, mediante la investigación y docencia, encontrar soluciones para resolver y aliviar adecuadamente esta problemática.
La Fundación cuenta con un Consejo de Administración
A la vez cada una de las obras tiene diferentes responsables que son los que permiten el funcionamiento cotidiano e ininterrumpido.